Buenas, ser leyente.
Me alegra que estés del otro lado.
¿Llegaste sin saber quién escribe esto? Entrále a mi bio, intitulada “¿Y este quién es?”.
¿Listo?
Vamos.
“Uno crece”.
Ante la pregunta del periodista Diego Mancusi, de la revista Rolling Stone (edición argentina), Lali Espósito responde eso: “Uno crece”.
¿Cuál es la pregunta?
“¿Por qué un disco de rock ahora?”
Mirá.
Luego Lali desarrolla, dice que hizo varios discos de pop pero que está forjada por “nuestro rock nacional”. Oriunda de Parque Patricios, se reivindica como porteña del sur, “donde La Renga es la pintada natural que se hace en la puerta de tu casa”. “Todas las bandas de rock están desde que tengo uso de razón en mi vida”, agrega en el video. Y en la entrevista que es tapa de la edición de mayo de RS Arg, da más precisiones. “Mi primer recuerdo es La Renga en Huracán. Tendría seis, siete años. Yo vivía a cinco cuadras de la cancha, en el pasaje Cooperación, y si no los iba a ver, los escuchaba desde la terraza de casa.”
El disco “de rock” de Lali se titula No vayas a atender cuando el demonio llama y fue lanzado en estos días, aunque parte de su contenido ya se conocía desde antes; Fanático fue el primer adelanto y fue noticia porque constituyó la respuesta de Lali a los violentos y patéticos ataques que sufre por parte del presidente Milei. (La llama “Ladri Depósito” como si se tratase de una genialidad: hilarante.) Lali dice: “Había algo de la coyuntura que ahora nos invitaba a hacer un disco más rebelde, y para hacer algo más rebelde acudís al rock. Yo necesitaba una base más violenta para contar o decir algunas cosas. ‘Fanático’ es una canción ultra pop, solo que en la instrumentación hay una agresividad que a lo mejor mis discos anteriores no tienen tan marcada. Ahí estuvo la diferencia”.
O sea que Lali Espósito, porteña, 33 años, recurrió al rock porque es parte de sus raíces culturales y porque necesita subrayar la rebeldía de su nuevo repertorio, de evidentes intenciones contestatarias.
(A propósito: el año pasado, en ocasión del lanzamiento de Fanático, escribí esto en la edición online de la revista Acción, del Centro Cultural de la Cooperación. Es sobre el posible surgimiento de un nuevo modo de canción de protesta. Si te vas de acá un rato para leerlo, no me ofendo; solo te pido que después vuelvas.)
Guglié la expresión “el tango te espera” y la IA me dijo: “El dicho ‘el tango te espera’ fue mencionado por Roberto Goyeneche a su sobrino nieto Marcelo Goyeneche, quien luego realizó el documental Las formas de la noche, sobre la vida del cantante. El documental explora cómo el tango, a pesar de ser una tradición, sigue siendo vibrante y atractivo para diferentes generaciones, incluyendo a los rockeros y otros amantes de la música. Es interesante destacar que la frase no solo se refiere a la música y la danza, sino también a la cultura argentina en general, que abraza el tango como una forma de vida. Para muchos, el tango representa una conexión con la historia, la identidad y el legado cultural de Buenos Aires y Argentina”.
La frase “El tango te espera” también es adjudicada a Aníbal Troilo y aunque tal vez ni Pichuco ni el Polaco la hayan pronunciado así, textual, ya es parte de los lugares comunes del género. Lo que está claro que el Polaco sí dijo alguna vez es: “¿No te gusta el tango? ¿Querés te guste? Bueno, viví un poco más”. Que es lo mismo con otras palabras.
Acá lo ves.
Si No vayas a atender cuando el demonio llama es o no rock lo resolverás vos, solo te recomiendo que antes de tomar partido, lo escuches. Ahora que casi todo está al alcance de un clic, tener opinión musical formada a base de prejuicios es una decisión.
Lo que me interesa es esta idea de que, con sus más de siete décadas a cuestas, el rock continúa generando la sensación de que aporta alguna dosis de rebeldía a una canción.
Digamososea: si un/a artista contemporáneo quiere que su música refleje y despierte rebeldía, se vale del rock como herramienta, va en su búsqueda, acaso en pos de auxilio. Si lo logra o no es otra cuestión. Lo que vale es la intención. Y la convicción de que un tipo de sonido, una instrumentación, ciertos niveles de distorsión y volumen aún connotan algo más que la suma de las partes.
¿Será?
Y aparte una cosa: qué notable cómo el rock es a los jóvenes de hoy lo que el tango fue a los jóvenes de ayer, un género rastreable en nuestro ADN, al que se puede volver como quien retorna al barrio sin pensar que alguna vez se fue, al que se llega de grande, porque “uno crece”. Una especie de “si yo siempre estoy llegando” de Pichuco pero dicho por Dillom, ponele.
A su manera, Lali está diciendo que el rock la esperó.
¿Como Penélope? Ojalá que no.
Breve consideración final que pareciera que nada que ver pero capaz sí.
Gracias a la invitación del amigo Miguel Mora, la semana pasada vi a The Pretenders en el Movistar Arena. Dirás: “Ay qué Aspen lo tuyo”. Sí, por supuesto que tuvimos nuestro “momento Aspen”. Acá te dejo una muestra.
¿Escuchaste cómo canta Chrissie Hynde? Mirá acá.
Chrissie tiene 73 años. Fue parte de la explosión punk en Londres, le puso voz de mujer grave a la new wave, lleva cinco décadas de rock y en vivo, con su cuarteto de guitarras, bajo y batería, es una máquina perfectamente ajustada, afinada y filosa de fuerza musical. Su voz suena exactamente igual que en los discos, su look es la de una abuela con máxima onda, y su guitarrista (James Walbourne) es un animal.
Sin parafernalia, en una sala que suena como nunca sonaron Obras ni el Luna Park, Chrissie dio un concierto precioso de una hora y media que dejó feliz hasta a Charly García, quien ya le había declarado su admiración años atrás, cuando ella vino como artista soporte de Phil Collins.
(Perdón, no puedo dejar de lamentarme si pienso que Chrissie y Charly tienen exactamente la misma edad.)
A los 30 y pico y a los 70 y pico, dos chicas siguen dándole al rock. Una para rebelarse frente al odio poderoso del Presidente y su ejército de acosadores virtuales; otra, frente al odioso paso del tiempo.
Como se viene repitiendo acaso en exceso desde que se estrenó la serie El Eternauta: lo viejo funciona. O al menos, eso me parece.
Soy Fernando Sanchez y esto es Fui Rock, una newsletter más en tu bandeja de entrada sobre casos y cosas de la música de pendeviejos como yo.
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Gracias por haber leído “Fui Rock”. Nos volvemos a leer en una semana.